personal

He tenido la suerte, para mi, que desde bebe me han llevado por la sierra muy asiduamente. A pasar el día con la familia de paseo, no alrededor del coche sino recorriendo grandes distancias y de recolector, a coger setas, espárragos, etc..) recuerdo que ya con pocos años recorría las montañas recogiendo cosas del campo, refugiándonos a menudo en las casetas de pastores si llovía, escabulliéndome, subiendo por los pedrulos y perdiéndome monte arriba. Todo esto me a dio entre otras cosas un buen poso innato al moverme por el monte, por ejemplo en orientación, el paso, la vista etc… Pongo un ejemplo de esto de la vista: me suele pasar que yendo con gente suelo ser yo el que alerta con un “mira” un zorro/ corzo/ buitre/ lagarto/ serpiente o bicho o vegetal.

Por otro lado, siempre a sido mi escape y me ha gustado investigar, y no siempre ir por el camino, de hecho en este orden están mis preferencias: monte a través, cauces de arroyos de montaña, líneas de rocas o brechas entre zonas rocosas, bosque a través, cualquier cosa a través, sendas, veredas, caminos y lo menos de lo menos las pistas forestales. De esto hay que hablar más, ya que por decirlo de alguna manera, no se puede ir monte a través si antes no has andado las pistas de este.

Sin enrollarme mucho más, la sierra de Madrid puede ser muy asequible. Y hay que decir “puede” y no “es” porque nunca se sabe a quien se lo dices no sea que entienda que es el patio de su casa.